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CÓMO SE HACEN ESTOS CUADROS
Evidentemente no voy ha decir aquí mis secretos en torno a la realización de las obras. Pero sí voy a contar a grandes rasgos qué son y cómo las realizo. Todo comenzó cuando quise comprar unos cuadros de arte rupestre para mi casa. Pero, cual fue mi sorpresa, no había nada que me mereciera la pena. Busqué y busqué... internet, libros...nada. Sin querer desmerecer a nadie, no había nada que me gustara. Buscaba algo realista, todas las demás interpretaciones artísticas en torno al arte rupestre, para mí, era "fastidiarla". Lo más realista eran las fotografías o calcos, pero ¿quién quiere eso para colgarlo en su casa?. Así pues, la única solución que había era hacerlos yo mismo. El Arte rupestre me atraía mucho y había visitado muchos abrigos con pinturas. Esto hizo que, sin ser un especialista, entendiera bastante sobre arte rupestre, y sobre todo, desarrollara la habilidad de "ver". Esta habilidad ya la tenía bastante desarrollada en mi afición a la astronomía, ya que he realizado más de 600 observaciones astronómicas con telescopio, en donde dedicas varios minutos en cada observación dibujando detalles de objetos difusos del cielo profundo en condiciones de poca luz. Estando en un bar de copas de Villena, esperando que comenzara la actuación del grupo de música "klezmer" KROKE, ví una pared estucada que sugería la roca de una montaña y entonces apareció la "bombillita de arriba de la cabeza". No sabía pintar, pero sí que recordaba que en el colegio destacaba muy por encima de los demás en materia de manualidades, dibujo, etc. Así que lo de aprender a pintar era lo de menos, como cualquier habilidad, con la práctica se desarrolla, y si además, de forma innata apuntas buenas maneras, ¿porqué no intentarlo?. Cuando acabé el primer cuadro me asusté....no podía creer lo que estaba viendo. Era justo lo que yo quería... lo que andaba buscando. Aunque tenía en mi cabeza todo lo que quería hacer y cómo hacer, no me imaginaba que el resultado fuera justamente el que andaba buscando. Así que hice más cuadros. Pero no podía llenar mi casa de ellos. Pensé que con 10 o 15 podría hacer una exposición. Así que hice otro.... y otro.... no podía parar, disfrutaba enormente....¡¡y la música de KROKE mientras pintaba!!.... todo era genial. Así que le dije a mi mujer que iba a pintar todo el Arte Rupestre del Arco del Mediterráneo Peninsular (unos 750 abrigos con arte rupestre) que actualmente ya alcanzan sobre unos 1.500. No queráis saber que cara puso. ¿Qué haría con tantos cuadros?, y sobre todo, ¿donde los metería?. Me daba igual, necesitaba hacerlos aunque después los tuviera que tirar. Pero en mi cabeza rondaban muchas cosas. ¿Y si no eran tan buenos como yo creía y sólo yo los veía así? (la opinión de mi mujer no me servía... ¿qué iba a decir ella si no?). Aunque no voy a contar aquí por qué, sabía que tenian calidad técnica desde el punto de vista científico, ya que no son inferiores a los calcos que realizan los investigadores. Sólo me faltaba comprobar la opinión de éstos. En cuanto a la calidad artística, deberían de decirlo los demás. Pero uno que acaba de comenzar, y sin tener una formación en bellas artes, ¿dónde va?. Lo que me importaba era que veía que los investigadores podían llegar a aprecialos, y además, cuanto más experto y especialista era el que los veía, más los apreciaba. Otra cosa que tenían, era que, sorprendentemente, a la gente de a pie también les gustaba. Los únicos a los que todavía les noto hoy en día algo indiferentes, son las personas que nunca han visto una pintura rupestre real. En cuanto a la gente del mundo de la pintura... indiferencia total. Pero no me ha sorprendido, ya que parece ser que una pintura, si no es arte no merece la pena. El arte moderno es una moda, y todo lo que esté fuera de sus parámetros no es arte. Hoy en día parece que sólo se valora la creatividad, el diseño, y sobre todo hacer un arte que no se entienda, o al menos que sólo lo entiendan unos pocos. Además, cada vez está más politizado y en manos de las instituciones. No me interesa.... prefiero ir por otro camino. Pero mis pinturas, tienen el favor de la mayoría del público y sobre todo de investigadores y especialistas, y nadie mejor que ellos, tratándose de pinturas realistas y reproducciones, puede valorar la calidad de las obras, y eso es importante porque me ayuda a seguir trabajando. Hay que comentar algunas cosas en torno a estos cuadros: -En primer lugar, no pueden ser unas reproducciones exactas, ya que se utiliza un soporte en relieve. Aunque se repitieran en serie, y al no utilizarse moldes, nunca podrían salir dos iguales. Pero esto ya sucede con los calcos oficiales, ya que estas pinturas, que están trasladadas desde un soporte tridimensional a un soporte bidimensional, siempre han de presentar distorsiones de mayor o menor grado. Por lo tanto, lo que hago es hacer una interpretación realista, sugiriendo los accidentes más representativos del soporte real, intentando que las pinturas queden lo menos distorsionadas que me sea posible. -Nunca he visto reproducciones de pinturas rupestres, donde ese color rojo vinoso característico del Arte Levantino y sus distintas tonalidades, se haya conseguido fielmente. Siempre los he visto como "pegotes de color" o como si los antiguos pobladores los acabaran de pintar. Yo todavía no lo he conseguido, pero estoy en ello. -Al contrario que en la pintura convencional, estos cuadros se han de observar y apreciar desde cerca, ya que los detalles son lo importante, y por supuesto, las fotografías que aparecen en esta web no tienen nada que ver a cuando se observan directamente. Desde lejos pierden mucho contraste. La pintura convencional siempre se ha de observar desde lejos (a menos que se quiera ver detalles de la técnica). El pintor siempre se aleja para observar y después se acerca para realizar el trazo. Esto es así porque las obras pictóricas se comportan como los "pixels" de una fotografía. Cuando el ojo se va alejando, el cerebro recompone las posibles distorsiónes de la visión. Esto hace que cuando nos acercamos mucho a una pintura no reconozcamos nada y nos parezca mal ejecutada. Con estos cuadros sucede todo lo contrario, porque simulan una pared real y no un cuadro al óleo donde el cerebro puede interpretar varias cosas. Un objeto real tiene lo que tiene, y no caben interpretaciones. Cuando alguien va a ver una pintura rupestre real necesita acercarse lo más posible para ver los detalles. MÚSICA: BALANESCU QUARTET. Alexander Balanescu empezó a recibir clases de violín a los seis años y debutó como violinista a los nueve. Su familia consiguió un visado para salir de Rumanía, entonces era un régimen comunista, con el que abandonaron el país en 1969 y se establecieron en Israel. Allí siguió estudiando y cuando estaba a punto de cumplir la edad para hacer el servicio militar, obligatorio en Israel, su familia lo envió a
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